4/4/09

4 abril 2009

Moisés se quedó a las puertas de la Tierra Prometida porque pensaba que era él, personalmente, el que había hecho brotar el agua de la roca. ¡Ay, el ego! Eso nos pasa a todos (bueno, lo diré con claridad, al menos a mí me pasa) cada dos por tres. Lo que, bien pensado, da risa, pero es lo que ocurre algunos "ahora".

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