25/3/10

25 marzo 2010

Un nuevo blog, con una temática, espero, más libre y abierta.
EL SIGNO DE LA LIBERTAD
http://elsignodelalibertad.blogspot.com/

21/2/10

21 febrero 2010

Hay un sitio
donde van las mujeres a sentarse.
Hay una piedra negra de la sangre
en el centro del llano.

(en el país de las mujeres
las cosas no se llaman
de ninguna manera)

13/2/10

13 febrero 2010

Hoy hace un año que comenzó este blog.

ERESHKIGAL Y SOFÍA: EL CICLO DE LA MADRE

Inanna ha descendido al mundo subterráneo, a enfrentarse con su contraparte oscura, su hermana Ereshkigal, la Señora del submundo, la que fue relegada al submundo.
En el camino de descenso, Inanna, ante cada una de las puertas, ha tenido que desprenderse de parte de sus vestiduras, de forma que al llegar ante la Diosa Oscura está completamente desnuda.
Ereshkigal está embarazada. Siempre está embarazada, y sufriendo dolores de parto, porque ella es la Madre devoradora y primordial, la materia prima, el sustrato del ser, ese lugar oscuro y primitivo, de absoluta crudeza, que es pilar, tumba y cuna de toda generación. En ella confluye, se disuelve, se origina y se renueva la vida.
En otra tradición, Ereshkigal es Medusa, la que convierte en piedra, a la que sólo se puede mirar reflejada en el espejo de la verdad.
Ereshkigal ha sido relegada al inconsciente, ignorada, identificada con el mal. Está furiosa y
resentida, y es salvaje. Cuando Inanna llega ante ella, Ereshkigal la escruta con su terrible ojo, lanza contra ella el grito de la ira, el grito de la culpa, la maldice...
"Inanna -dice el antiquísimo poema sumerio- se convirtió en cadáver, en trozo de carne que se pudría, y fue colgada de un gancho en la pared."
Otros visitantes del mundo subterráneo, incluyendo a Perséfone, a Orfeo, a Psique, a Ulises, a Jonás o a Cristo, han atravesado por la misma situación. La Madre Oscura ha devorado a Inanna, se ha convertido en su tumba, y a la vez, la ha identificado consigo misma, y la está regestando de nuevo a partir de su sustancia.
Dos pequeños seres de la tierra vienen a rescatar a Inanna. Ellos se acercan a Ereshkigal, y ven su sufrimiento. Sus continuos dolores, de parto, de abandono, de falta de reconocimiento, de relegación al olvido y al abismo. Y sienten compasión. La miran, la escuchan y la reconocen.
La reconocen. No es necesario más.
La Señora oscura les concede su favor y su deseo. Les permite llevarse el cadáver de Inanna, que más adelante será revivificado con el agua de la vida (¿lágrimas?).
La madre devoradora ha soltado a su presa. La criatura salida del abismo puede iniciar de nuevo su camino.
Y, en el proceso, la propia madre se transforma. Se va transformando de Ereshkigal a Gea, la madre tierra, a Eva, la madre natural, a María, la madre protectora y, también, la madre dolorosa, capaz de permitir, pese a su sufrimiento, que sus hijos emprendan su camino, aún sabiendo que en él encontrarán dolor, capaz de confiar en el destino de sus hijos, de esperar, y siempre esperar, a veces contra toda evidencia, que llegará también para ellos, para cada uno de ellos, el momento de la resurrección; y finalmente se transforma en Sofía, el aspecto femenino de Dios, que las insume y las conforma a todas, la Madre transparente en cuyo seno habitan eternamente las criaturas:

"Antes que los abismos, fui engendrada yo; antes que fuesen las fuentes de abundantes aguas... Antes que hiciese la tierra, ni los campos, ni el polvo primero de la tierra. Cuando fundó los cielos, allí estaba yo, cuando puso una bóveda sobre la faz del abismo... Cuando fijó sus términos al mar para que las aguas no traspasasen sus límites. Cuando echó los cimientos de la tierra, estaba yo como arquitecto, siendo siempre su delicia... recreándome en el orbe de la tierra, siendo mis delicias los hijos de los hombres..."

Ella es la madre Tao, en la que todas son una:

"Engendrar y criar,
engendrar sin apropiarse,
obrar sin pedir nada.
Ésa es la gran virtud.."

Y, a la vez, el gran ciclo en el que, a través de la verdad y del reconocimiento (Sofía), todo se transforma y se va haciendo transparente.

7/2/10

7 febrero 2010

Una primitiva canción autocelebratoria que viene de un tiempo muy antiguo, cuando aún no se había olvidado que Dios fue mujer:

Mío es el cielo, mía es la tierra.
Soy una guerrera, eso soy.
¿Hay algún dios que pueda compararse conmigo?

Los dioses son gorriones, yo soy un halcón.
Los dioses van dando tumbos.
Yo soy una soberbia vaca salvaje.

(Canto de Inanna.
Poema sumerio)

7 febrero 2010

VIGILIA DE RESURRECCIÓN

Nacida de la piedra, luz nacida
del golpe de la piedra, renovada
en la tiniebla de la madrugada,
al alba de la tierra estremecida.

Luz del mundo que corre por las venas
de todo lo viviente, luz de vida,
pleamar de poder, muerte vencida,
flor de calor, perfume de azucenas.

Salta de gozo todo lo creado.
Exulta la Creación en el Esposo,
en la viva presencia del Amado

que vuelve de la muerte, presuroso;
que vuelve, de la vida enamorado,
y en el amor encuentra su reposo.

6/2/10

6 febrero 2010

Del blog http://gaudiosa.blogspot.com/


"En relación con las palabras de las Escrituras: “Él es tu salmo y también es tu Dios”, Rabí Pinjas dijo lo siguiente:

“Él es tu salmo y también es tu Dios. La plegaria que el hombre reza, la plegaria en sí misma es Dios. No es como si pidierais algo a un amigo. Él es otro y vuestras palabras son otras. No es así en la oración, porque ésta unifica los principios. Cuando el hombre que reza piensa que sus preces son una cosa separada de Dios es como un suplicante al que un rey concede una dádiva. Pero aquél que sabe que su plegaria es Dios, es como el hijo del rey que toma lo que necesita de los almacenes de su padre.”"

Martin Buber: Cuentos jasídicos. Los primeros maestros. Vol. 1.

5/2/10

5 febrero 2010

Dama Juliana de Norwich (S. XIV)

"Todo estará bien y todo estará bien y todo tipo de cosas estarán bien."

"Si Dios quiere que tú lo conozcas de una manera verdadera, Él creará las circunstancias que te conducirán a buscarlo más profundamente. Él abre el camino, y luego se convierte en la luz de entendimiento que brilla dentro tuyo. Todo lo que necesitas como guía es Él, en su persona y presencia.
Durante muchos años yo había buscado a Dios y había conocido algo de Él. Pero en un principio era tan tonta. No entendía que yo no podía ni siquiera buscarlo, a menos que Él me guiara. Él lo hace en su propio tiempo y para sus propósitos. Es Dios quien se mueve sobre nosotros, para mostrarnos una nueva faceta de Sí mismo cuando quiere que conozcamos más acerca de Él. Él hace esto para que nosotros podamos tomar parte en algún aspecto de Su inmenso plan, no para nuestro mero gozo.
Ciertamente no para glorificar nuestra orgullosa carne, que es lo que sucede cuando pensamos que se nos ha dado un más "elevado" conocimiento de Él que a otros. En consecuencia, es una de sus mercedes mostrarnos distintos aspectos de su multiforme naturaleza. Su voz silenciosa es la gracia que nos mueve con el deseo de buscarlo. Y su dádiva de gracia es la nueva explosión de vida que levanta nuestra alma cuando lo hemos encontrado. De esta manera nuestra vida interior se mueve y es guardada en el camino del Espíritu. Y permanecemos en este camino siguiendo estos dichos, los cuales son ambos veraces: Esto describe la forma en que seguimos a Dios en esta vida. Sepamos descansar cuando Él se agrada en dejarnos sin nuevos conocimientos de Él. Y permanezcamos alerta en cuanto nos induce a marchar y encontrarle . Recuerda, Él siempre nos llamará para avanzar más de lo que hayamos avanzado antes... El nos puede dejar descansar por un tiempo. Y luego conmueve nuestras circunstancias a fin de movernos hacia una mayor verdad. Todo el tiempo Él trabaja a fin de remover el velo de duda de estos ojos de carne. Cada escalón de este camino, Él es tan amable y paciente, sabiendo que andamos a tientas, inseguros, como un no vidente. Él quiere que vivamos con esperanza y expectantes, creyendo que Él se va a revelar a Sí mismo, más y más."

3/2/10

3 febrero 2010

"La eternidad está enamorada de las producciones del tiempo"


Del matrimonio del tiempo y la eternidad nacen las criaturas que habitan en lo eterno.
Las criaturas que son "eternas y siempre eternas y aún eternas".
Brillan con su propia luz, intensamente cargadas de presencia -intensamente presentes-.
Son lo que son. Sencillamente, son.

3 febrero 2009

Del blog http://furiadellago.blogspot.com

"ERES EL PRESENTE"

Creo que jamás lo había visto expresado con tan hermosa claridad.

3 febrero 2010

Maestro Eckhart:

"Mi hombre exterior ama a todas las criaturas simplemente en tanto que criaturas, en tanto que vino, pan y carne. Pero mi hombre interior no las ama en tanto que criaturas, sino como dones de Dios. Pero mi hombre más íntimo no las ama como dones de Dios, sino en tanto que ellas son eternas y siempre eternas y aún eternas" (Sermón nº 13).

1/2/10

1 febrero 2010

DEL NO SABER Y LOS APEGOS

Lo que creo saber, lo que doy por cierto y aquello por lo que rijo mi vida, en realidad es, en su mayor parte, conocimiento de segunda mano.
¿Soy el cuerpo? Ni idea.
¿Moriré o la muerte ocurre en mí? Ni idea.
¿Hay algo ahí afuera? Ni idea.
Ya Descartes, entre tantos otros, se planteaba estas cosas, pero, sin tantas pretensiones, si me pongo en serio a dilucidar qué es lo que sé, lo que verdaderamente sé sin que (más o menos) nadie me lo haya dicho, me vienen a la mente un par de simplezas:
Parece que las cosas cambian. Y parece que algo se da cuenta.
Y si hay algo más, en este momento no se me ocurre.

Bueno, sí, algo más podría decir: Cuando no quiero que las cosas cambien y éstas lo hacen de todos modos, sufro.

Pero ¿por qué sufro? Debe ser lo que llaman el apego. Es decir, que quiero que las cosas sean como a mí me acomoda.

Esto parece la carta a los Reyes magos: Que no haya muerte. No enfermar. No envejecer. No tener que trabajar. Tener las necesidades cubiertas. Que mi pareja me quiera sobre todas las cosas y por siempre jamás. Que mis hijos hagan lo que yo quiero. Seguridad, seguridad, seguridad. Que todo el mundo me considere, ame, respete y admire. Seguridad, seguridad, seguridad. Certezas. Paz. Iluminación. Dios. Eternidad. Sentido...

¿Adónde voy con esa mochila? Y ¿cómo se compagina eso con lo que sé sin ninguna duda, es decir, que las cosas cambian?

Así me va.

Y ¿qué hago buscando maestros, buscando conocimientos, buscando... más peso para la mochila,
sin tomar en serio, verdaderamente en serio, lo que sé, y sin hacer nada para deshacerme de ese peso insoportable? (¿Pero lo tengo que hacer yo, o se hace en mí? Ni idea.)

Si lo que quiero son las cosas de esa carta a los Reyes, no tendría por qué avergonzarme. El problema es que llevo toda la vida intentando modelar el mundo a esa imagen, con éxito cero.
Cualquier persona razonable se habría sentado hace tiempo a considerar que algo no va bien y cambiar el rumbo, pero, al parecer, yo no soy una persona razonable.

A ver. Si a mi pareja le diera por irse, ¿sobreviviría? Seguro que sí. Y si mis hijos pasaran de mí, también, y si me quedo sin trabajo, incluso en estos tiempos de crisis, algo haría para encontrar otro, y si ni eso es posible, conozco gente que vive debajo de los puentes y se dedica a aparcar coches, y siguen ahí. Y conozco gente que padece enfermedades graves y deformantes, o serios dolores crónicos, y pueden resistirlo. Y, si yo no pudiera, siempre está ahí el suicidio. En cuanto a vivir sin sentido o sin iluminación, llevo una montonada de años así y no me ha pasado nada. Y, finalmente, todo el mundo sabe morirse, por lo que deduzco que, cuando me llegue la hora, yo lo haré igualmente bien.

¿Entonces? Entonces, como mientras escribía el párrafo anterior se me iba encogiendo el corazón, parece que asumiría todo lo antedicho, pero protestando, chillando y sintiéndome una víctima. Es decir, que no puedo hacer nada para que las cosas sean como yo quiero. Ni siquiera para que yo me las tome bien cuando son como son.

Si yo consiguiera pasar de todo lo anterior, de una u otra manera...¡Qué libre me sentiría! ¡Cómo volaría, llena de vida, de un momento al siguiente!

Y ya estoy apegándome a una nueva imagen: Mujer etérea que trisca por los prados de la libertad emitiendo gorgoritos.

O sea, que las cosas son como son, y yo también. Y que no puedo hacer nada para cambiar eso.
Decepcionante conclusión, pero así es la vida.

Lo único que puedo decir es que algo se da cuenta de todo lo anterior.

¿Y cómo salgo del lío?
Hoy, aquí y ahora, ni idea. Ya veremos.
Pero tal vez sea preferible quedarse con tan magra verdad y esperar a ver qué pasa, que pretender que sé lo que no sé.
A lo mejor, mañana me contradigo (tengo que recordar que todo cambia).
Pero, hoy por hoy, mi opción (o la opción que se toma en mí) resulta ser quedarme en el no saber. Nada.
Y seguir mi vida como si tal cosa.

De momento, noto con sorpresa que (salvo un cierto nudo en el plexo solar) no sufro demasiado, aquí y ahora.
Y eso que no tengo seguridad, ni certezas, ni vida eterna, ni...
¿A ver si va a ser que no necesito nada de eso? De nuevo, ni idea.
Continuará (probablemente) por éstos u otros derroteros.

30/1/10

30 enero 2010

En cierta ocasión, no hace demasiado tiempo, llegué a la catedral de Santiago.
"Espiritual" que es una.
Lo que no me esperaba, lo que de ninguna manera me esperaba, fue el irresistible impulso que me invadió de acercarme al sacramento de la confesión.
Hacía décadas que no me confesaba.
Traté de resistirme, alegando ante mí misma que quien esperase en el confesonario no iba a entender nada de lo que alguien tan "compleja" como yo tenía para decir.
Pero el impulso crecía y crecía, así que con una mezcla de miedo y sobrecogimiento me acerqué al confesonario. Y empecé a llorar y a llorar.
Quien me acogió fue un hombre de Dios, sencillo, sabio y lleno de amor.
Que me escuchó confesar mis traiciones, hacia los demás y hacia mí misma, me aceptó, me absolvió y cuando, llena de gratitud, me iba a marchar, me retuvo y me dijo:
"Por favor, de vez en cuando, cuando se acuerde, pida a Dios por mí".
Nunca, desde entonces, he dejado de hacerlo.
La penitencia que me impuso fue rezar unas oraciones ante la Divina Madre. Decía que nos condenamos demasiado a nosotros mismos, y que tendemos a olvidar el amor de María.
Así que recé ante una Virgen negra que irradiaba en un pequeño altar.
Este blog, entre otras muchas cosas, nació de aquella confesión. Sus efectos aún no han terminado, porque, a diferencia de aquél hombre de Dios, yo aún no he terminado de absolverme.
Pero lo que sí voy a tratar de hacer es traicionarme lo menos posible.
Y no avergonzarme jamás de seguir el camino del amor.

30 enero 2010

La Madre Divina sosteniendo al Hijo muerto en los brazos.
Al mundo sin vida.
Empapando al mundo de amor.
Sólo después de esto es posible la resurrección.

30 enero 2010

AVISO PARA NAVEGANTES
(Y para baktis vergonzantes)

"Si hablando en lenguas de hombres y de ángeles no tengo amor, soy como bronce que suena o címbalo que retiñe. Y si teniendo el don de profecía y conociendo todos los misterios y toda la ciencia y tanta fe que trasladase los montes, si no tengo amor no soy nada. Y si repartiere toda mi hacienda y entregare mi cuerpo al fuego, no teniendo amor, nada me aprovecha.

El amor es paciente, es benigno, no es envidioso, no es jactancioso, no se hincha, no es descortés, no es interesado, no se irrita, no piensa mal, no se alegra de la injusticia, se complace en la verdad, todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera".

(Pablo a los corintios)

29/1/10

30 enero 2010

Ese Verbo es Yo Soy.
Y es la Puerta sin puerta.

("Yo soy el camino, la verdad y la vida."
"Nadie va al Padre sino a través de Mí")

29 enero 2010

"Alegraos, porque he aquí que nos ha nacido un Niño"



A veces ocurre que, en el portal de lo cotidiano, la luz traspasa la oscuridad de la materia, se produce la trasmutación y surge el Ser en toda su pureza.

Y el silencio se extiende por el mundo.

Entonces, verdaderamente, el Verbo se hace carne y habita en nosotros.

28/1/10

28 enero 2010

"Vosotros sois la luz del mundo"

¿Todos iluminados?
Sí, porque todos por igual somos el nucleo de luz.
Tal vez la tarea sea irse haciendo transparente para que esa luz nos traspase más y más y vaya iluminando nuestro mundo.

25/1/10

25 enero 2010

De Menta y Canela (http://dokushovillalba.blogspot.com) "sustraigo" esta pequeña maravilla:
Aferrarse [a la Vía] hace que se pierda el rumbo e inevitablemente se llega a un callejón sin salida.

La Vía Suprema -la realidad múltiple, diversa e indivisible- no tiene pérdida. Es amplia como el espacio inmenso. No vira a la izquierda ni tuerce a la derecha. Lo abarca todo. No puede ser identificada con un espacio limitado y concreto sino que se extiende por igual por las diez direcciones del espacio y por los tres tiempos -pasado, presente y futuro. No es esto ni deja de ser aquello. No puede ser identificada con algo ni diferenciada de nada. No deja nada fuera. Decir: ‘esto es la Vía’ o ‘esto no es la Vía’ hace que se pierda de vista la verdadera Vía que abarca todos los extremos y se llegue a un callejón sin salida. No obstante, perder de vista la Vía y llegar a un callejón sin salida sigue siendo la Vía que lo abarca todo, sólo que no nos damos cuenta de ello. Pero incluso este ‘no darse cuenta de ello’ sigue formando parte de la Vía y expresa una de sus funciones. El estado de perplejidad precede al despertar.

Canto al Corazón de la Confianza (Xìn Xîn Ming)
Jianzhi Sengcan, Tercer Patriarca Zen
Traducción directa del chino, introducción y comentarios de Dokushô Villalba

24/1/10

24 enero 2010

Del blog "Menta y Canela" (http://dokushovillalba.blogspot.com)


"Déjala fluir según su propia naturaleza,su esencia ni se mueve ni está quieta.
Deja fluir tu 'no darte cuenta de ello'. Deja fluir tu 'perder de vista la Vía'. Deja fluir el callejón sin salida y el estado de perplejidad en los que te encuentras. La Vía, como el agua, encuentra siempre su camino cuando se la deja fluir siguiendo su propia naturaleza. Dejándola fluir, tarde o temprano, se te revelará la función de tu 'no darte cuenta de ello', la función de tu perplejidad y del callejón sin salida. En realidad, la Vía no viene ni va. No comenzó en el pasado y no se dirige hacia el futuro. Esencialmente, su verdadera naturaleza está más allá de las nociones de 'quietud' y 'movimiento'. Por ello no puedes perderla, hagas lo que hagas. Por eso no puedes hacer nada para alcanzarla. No eres tú quien puedes alcanzar la Vía con tu esfuerzo personal. La Vía ya te alcanzó a ti incluso antes de que nacieras. Tu nacimiento, tu existencia y tu muerte son expresiones de la Vía que no tiene principio ni fin, ni puertas de entrada ni de salida."

Canto al Corazón de la Confianza (Xìn Xîn Ming)
Jianzhi Sengcan, Tercer Patriarca Zen
Traducción directa del chino, introducción y comentarios de Dokushô Villalba

14/1/10

14 enero 2010

La distancia de un pensamiento. El equilibrio de una bici. Nadar en una clara mañana.
Un abrazo.

14 enero 2010

A fin de terminar lo que se empezó, transcribo aquí el último capítulo de la serie de Alejandro Serrano en Morning Star:

El experimento
Al practicar la meditación, no es preciso hablar de "un despertar" absoluto y definitivo. Suceden muchos, todo el tiempo. Cuando ocurre el primero, más que despertar simplemente "ves" que puedes ser indefinido. El problema es la definición, la forma, la cosificación de nuestro ser. Entonces, de repente y de forma experimental, se le ocurre a uno indefinirse. Ni siquiera es algo planeado, simplemente sientes que "es por aquí". Piensas: "¿Y si me indefino? ¿Y si dejo de mantener mi discurso dentro de este espacio reducido? ¿Y si dejo que las palabras se diluyan como pintura en un contenedor con agua?"Como dije en el post anterior, son ese tipo de dudas que hacen que todo se desplome y veas como es la realidad. Las dudas son movimiento sin miedo. Son este tipo de investigaciones las que te llevan a territorios inexplorados. En este caso, el resultado de lanzar al aire la posibilidad de indefinirse uno mismo (y dejarse llevar por tal posibilidad) genera una alegría sin igual.La dicha que surge se debe a que ya puedes descansar de la tarea de mantener una forma de ser definida, ahora simplemente puedes ser indefinido.El país de las "maravillas"El "después" de ese suceso está repleto de sorpresas. Algunas son agradables y otras no. Las desagradables son inevitables y necesarias y éstas aparecen como consecuencia de las costumbres egocéntricas con las que cargamos. Sólo imagínense. Henos ahí con un vistazo, con una comprensión que cambia completamente cómo percibimos la realidad, con una visión que nos permite dejar de necear y que nos ayuda a acelerar la disolución de adicciones. Acto seguido: autofelicitación. No nos decimos "¡Felicidades!" pero sí nos saboreamos como nunca, nos regocijamos lascivamente en lo "especiales" que somos. Sí, sí hay agradecimiento al universo, ganas de llorar, alegría muy bonita que la compartes con medio mundo. Pero también hay un egocentrismo profundo e inmenso.Inmenso.No es mala esa karmificación de proporciones infinitas. Es justo lo que necesitamos para estrellarnos de nuevo con la realidad. Si uno desea cultivar sabiduría, nada como las dolorosísimas caídas después de que perdimos el suelo. Las caídas subsecuentes a los despertares, si bien no son golpes tan burdos como los que te deja alguna borrachera o ataque de ira, sí son duras. Tienen que serlo, es decir, después de todo están basadas en las egoificaciones que generamos de la "apertura", de los "espacios inmensos", de las "consciencias expandidas".El "después" del primer vistazo está repleto de:"Soy infinito""Soy indefinible""Soy inecontrable""Soy vacío""Soy inconmensurable""Soy infinitamente compasivo""Soy esencialidad inefable""Soy primordialidad vacua más allá de la causa y efecto que se expresa mágicamente en la inmediatez del momento inecontrable y el lugar inexistente que surge espontánea y naturalmente de la ilusoria mente original que no nace y no muere, que se manifiesta dinámicamente a través de...."Ugh... duele mucho caer de tales afirmaciones románticas y solemnes.Además de lo anterior, es muy tentador comenzar la guerra santa. Entre la compasión genuina y las ínfulas de inquisidor que le declara la guerra a la inconsciencia, sin duda ignoramos la compasión genuina y comenzamos a comernos vivos a muchas personas y a nosotros mismos "en el nombre de la verdad". Ya no es en nombre de Dios, ahora es en el nombre de la "vida verdadera".

Aceleración
Ok, no todo es desacierto. Después del primer despertar en verdad comenzamos a diluir los hábitos nocivos. Pero ahora lo hacemos más rápido. Después de los vistazos no puedes dejar de ver la verdad. Reconoces la necesidad de la honestidad diaria y constante y la necesidad de disciplina.Ya no puedes ir en reversa, por más grande que sea el antojo de embriagarte en diversión nociva, la consciencia es potente. Los actos nocivos comienzan a perder fuerza y comienzas a desarrollar un gusto por todos los actos saludables. Eso no quiere decir que sea fácil cambiar los hábitos. El trabajo sigue siendo duro, pero ahora lo haces con un gusto incesante. En serio. Aunque no es necesario que pases por una experiencia de este tipo para tener una motivación al cambio positivo.Después de un despertar necesitas, a toda costa, saciar la enorme cantidad de dudas que surgen. Intuyes que "alguien por ahí debe saber qué diablos está pasando". La curiosidad ya no es curiosidad, ahora es hambre. Te conviertes en un caníbal de enseñanzas. Es como cuando obtienes tu cinturón negro en tu academia de artes marciales, sólo para que llegue el maestro y te diga "ahora sí estás listo para aprender" y, efectivamente, te das cuenta de que apenas es el comienzo. No obstante, uno nunca deja de sentir esa sensación de que apenas comienzas a entender. Poco a poco comienzas a agradecer esa sensación de que no entiendes nada. Sin ella no hay avance.El "después" del despertar en realidad es un "durante del despertar" sin fin. El despertar es constante liberación, constante desapego, constante disfrute por cachar inconsciencias y por abrir prisiones. Sin que te des cuenta te vuelves promotor de espiritualidad, como adolescente que aboga por la revolución.Sin duda todo se vuelve más divertido, desconcertante y... ¿Raro? Pero ahora "raro" es muy atractivo. Si el día sabe a "indefinible" o "incierto", sabes que vas por buen camino. Si el momento está impregnado de un "no sé qué" necio, sabes que hay mucho que aprender en esa rareza.El "después" poco a poco se vuelve una realidad sin puntos de referencia que parece montaña rusa, país de las maravillas de Alicia (por que la lógica estorba) y collage de sensaciones, colores, vivencias y sucesos mentales, en donde poco a poco se desvanece el observador de tal vivencia.
¿Still interested?

10/1/10

10 enero 2010

De "Morning Star" (http://morgensternen.blogspot.com/):

"Se ha dicho que lo que ocurre durante un vistazo de la realidad fenoménica, un vistazo del Dharma, es inefable. Obviamente no es posible describir con absoluta precisión qué es lo que sucede, pero pienso que sí podemos proporcionar algunas fotografías verbales.

La dicha
Se siente como cuando encuentras un objeto perdido. Como cuando encuentras una respuesta tan obvia, después de que pasaste horas y horas buscándola. Piensas: "cualquier persona tiene la capacidad de ver lo que veo". Es tan obvio. Surge un deseo inmenso por empezar a hablar y hablar de lo que acabas de descubrir. La comprensión es tan bella en su sencillez que lo único que deseas es que todo mundo se dé cuenta de lo que te acabas de dar cuenta. Sí, hay alegría intensa por nada, felicidad por las formas, colores y sonidos, éxtasis por el mundo tal y como es.

La compasión
Surge mucha tristeza. No hay diferencia entre el dolor y el amor por la humanidad. El llanto interno es grande. Es un llanto que nunca más te deja. Duele demasiado que la gente sufra. No puedes creer que haya tanta gente que no conozca esta claridad. No es posible que pasemos tantos años de nuestras vidas sin darnos cuenta de todas las trampas que nos ponemos. Es esta tristeza inmensa el principal motor para nunca más negarle la ayuda a otra persona. No importa que nadie te crea que en verdad sientes un deseo incesante por que la gente deje de sufrir. Realmente no importa su desconfianza, su odio hacia ti, su comportamiento grosero, sus grandes ganas de humillarte y comprobarte su superioridad. La susceptibilidad es el pan de cada día. La empatía ya no es opcional.

La comprensión
Es inútil luchar. Es improductivo ganar. Es ineficiente controlar. El "yo" es una redundancia. "Ser alguien" es solitario y desgastante. El "yo" es una estampa, una calcomanía, una etiqueta con forma de cuerpo, una silueta necia, una voz que se cree "cosa". Nosotros es. Nosotros está. Somos palabras que escuchan, formas que contornean con cariño, espacio que abraza, vacío que comprende. Somos la pieza musical máxima, la luz reflejada y refractada en seres, cosas, tiempo y espacio.El "durante" del primer vistazo es corto. Cruelmente efímero. Hermosamente sincero. Son miles de libros escritos y no escritos. Es el pretexto perfecto para pensar que nos iluminamos, para pensar que somos especiales, diferentes y superiores. Es el primero de muchos por venir. Ninguno será como el primero".

8/1/10

8 enero 2010

Del blog de Alejandro Serrano "Morning Star" (http://morgensternen.blogspot.com):

RENUNCIA AL TRONO

"A petición de Soledad, escribiré una serie de posts que describan el "antes", "durante" y "después" del despertar espiritual.

Antes de la espiritualidad
Esta etapa se caracteriza por ser una película sin fin hecha de minipelículas. Uno mismo es el personaje principal. Todo tiene que ver con nuestra experiencia. Aun siendo personas altruistas, dicho altruismo ocurre en una pantalla grande frente a nuestros ojos. Somos nuestra audiencia. La vida se trata de nosotros. Antes de la espiritualidad hay drama tras drama, aventura tras aventura y fantasía tras fantasía. En lugar de golosinas, compramos vodka tonics, coronas y martinis para presenciar nuestra historia. Incluimos a los demás pero sólo con el fin de hacerla más interesante. Antes de la espiritualidad uno vive la vida de superestrella (exitosa o trágica). Se trata de: "Mis palabras, mi forma de ser, mi experiencia, mis opiniones, mis dolores, alegrías y miserias". Sólo hay eso. No hay contacto genuino con el resto de la realidad y con las demás personas. No hay diálogos. Las palabras de los demás se incluyen sólo si complementan nuestros monólogos.

Antes hay sufrimiento
En esta fase nuestro mundo está impregnado de una libertad falsa. Antes de la espiritualidad sólo hay movimiento inconsciente que profana la autenticidad de la realidad. La mayoría de las decisiones que tomamos provienen de espejismos con sabor a "así soy", "me llamo 'tal'", "me gusta esto", "me disgusta aquello". Pero son sólo eso: espejismos formados por la costumbre, el tiempo, las caídas, los corazones rotos y las efímeras alegrías. Cuando tales decisiones no producen los resultados que esperamos, la vida duele. Duele mucho. No es para siempre esa amargura/coraje/frustración pero ésta surge una y otra vez. En esos momentos de sufrimiento entendemos (o no) que tal vez debemos cambiar nuestra forma de ser. Si decidimos no hacer nada, tal vez las circunstancias mejoren. Pero tarde o temprano la vida sucede de nuevo. Nuestras estrategias fallan, nuestros planes no se cumplen, nuestros sueños nunca suceden. Esta vez la tragedia no es disfrutable. Es un infierno. Surge, por fin, el deseo sincero de dejar de sufrir. Nos percatamos de que el amor propio sí existe después de todo.

Antes de la meditación
Una vez que adoptamos una vida espiritual, nos imponemos disciplina. Nos hartamos tanto de sufrir que obedecemos (al pie de la letra) las sugerencias de los que no sufren. Después de luchar con nosotros mismos el oleaje cesa. La calma llega. Nos encontramos en una situación completamente nueva. Ante nosotros hay un mundo que no hemos explorado, es una hoja en blanco que no habíamos descubierto. Es una etapa muy desconcertante por que, de repente, ya no hay dramas ni fantasías. La costumbre y la nostalgia nos obligan a revivir las narraciones extraordinarias de nuestras vidas. Es una delicia ser nosotros mismos otra vez. Pensamos: "claro, estoy es lo que soy, ¿dónde me había metido?". Nos prometemos nunca más abandonarnos. Es una experiencia conmovedora que nos hace derramar lágrimas de alegría y tristeza. Provocamos dichas con nuestra música, nuestras ideologías, nuestras formas de ser. Generamos dolor disfrutable de nuestras soledades, penumbras y tardes lluviosas. Desafortunadamente éstas vivencias duran menos tiempo que las que ya sucedieron. De nuevo surgen los vacíos. El mundo se siente raro. Es raro por que de repente se siente sereno. No podemos creer que la tranquilidad sea tan insípida y aburrida. Pero ahí está, necia como una sombra.

Antes de la absorción meditativa
Si nuestro trabajo fue genuino, es decir, si la disciplina dejó frutos, dejaremos de luchar con esa inefabilidad tranquila. Voilà. La incertidumbre se vuelve un mundo fantástico que nos entusiasma. Es como visitar una ciudad nueva, un país nuevo. De hecho, los lugares conocidos se tornan desconocidos. Puede que todavía nos dé miedo admitir lo dormidos que hemos estado, pero ya no rechazamos la posibilidad de que frente a nuestras narices hay un "algo" monolítico que es digno de explorar. Comenzamos a meditar y al principio la meditación nos resulta divertida. Después nos aburre y poco a poco nos desespera. Por todos lados escuchamos que hay trascendencia en el hecho de sentarse a hacer nada. Pero no pasa nada. No hay trascendencia (o eso creemos). Sólo hay una curiosidad que no nos deja en paz. Presentimos que algo está muy cerca, algo está detrás de este muro pesado hecho de nada y, a pesar de que no hemos visto nada, sabemos sin duda de que hay algo detrás de esta inmensa calma.

Antes del insight
Nos intoxicamos de "ahora", de "serenidad", de "indefinición" y de "infinitud". Expandimos nuestro "yo" hasta donde nuestra mente convencional nos lo permita. Nos damos cuenta de que no hay límites. Pero aún estamos aquí. La expectativa es inmensa. ¿Y luego? ¿Qué sigue? Luego sigue desesperación, pero es desesperación necesaria. Es una desesperación como la que sentimos justo antes de mejorar nuestra condición de vida. Se siente como cuando vamos a comprar un nuevo automóvil, teléfono celular o casa. ¿Cómo paso de nivel? ¿Cómo se resuelve este acertijo? Es necesaria la desesperación, es importante agotar todas las posibilidades. Luego nos rendimos. En esa inmensidad, después de la rendición, puede que suceda algo, puede que no.

Antes de la apertura
Henos ahí preguntándonos qué hacer, observando a las demás personas. Reafirmándonos que no somos este cuerpo, esta voz, este observador. Diciéndonos que somos "este momento", "este ahora", "este espacio sin límites". A veces hay silencio mental pero eso no cambia nada. No obstante, hay una motivación muy grande de dar el salto. Nos decimos que estamos en "la mente expandida", que vivimos en percepción unitaria, que hay "calm abiding". Después se desvanecen estas percepciones forzadas y luego surgen dudas genuinas. Nacen dudas sin palabras, dudas sobre nuestra naturaleza. Sin mencionar una sola palabra en nuestra cabeza, nos preguntamos qué sucedería si dejáramos de "hacer algo al respecto", si dejáramos de "luchar por ser", si dejáramos de armar y rearmar esa silueta que creemos que somos. La duda hace que se caiga todo. Se siente como si permitiéramos que los demás ganaran las discusiones verbales. Como si nuestro discurso dejara de ser un punto de referencia para las palabras del otro o para el mundo externo. Simplemente nos damos cuenta de que es absurdo "ser así". Es una pérdida de energía. Mejor "somos" y ya. Sin el "así". En meditación, sin pronunciar una sola palabra mental, sentimos: "Al diablo con el trono, al diablo con nuestra postura".Luego hay dicha, alegría inmensa por nada y comprensión de que ya no tenemos que ser de alguna forma. En el siguiente post hablaré del "durante"".

6/1/10

5 enero 2010

De "Una sola esencia"
(http://www.unasolaesencia.com/)
"sustraigo" esta entrada llena de iluminada sensatez:


"Esa simple consciencia cotidiana sin esfuerzo ni elección, es la Pura Consciencia que somos.Esa presencia natural inmutable, cuya ausencia es inconcebible, testigo de todo, también del sueño e incluso de la nada del sueño profundo, es la Pura Existencia que somos.Esa luz que hace real el instante, que crea constante realidad en el ahora atemporal, que incluso hace que los sueños parezcan reales durante el soñar, es la Realidad Absoluta que somos.Ese constante conocer que a cada instante percibe la variedad del universo mucho antes de que el pensamiento pueda etiquetar y apropiarse de una mínima parte. Que es ser y saber que se es al mismo tiempo, es el Conocimiento que somos.Esa espontánea energía que traza la línea de nuestra vida, que nos hace actuar y pensar, y que, en el instante mismo del hacer y del pensar, es absolutamente impersonal, es la Inteligencia que somos.Siempre hemos sido Eso y siempre lo seremos. Es así de sencillo.Esta Esencia o Pura Consciencia es algo muy ordinario y sutil. No hay nada más. Por eso pasamos siempre de largo en lugar de descansar en Ella.Si se puede captar la profundidad de esta enseñanza directa, ninguna otra cosa es necesaria, porque nos está señalando lo que ya somos, no algo que debamos o podamos alcanzar o realizar. No hay necesidad de ir a ningún sitio ni de hacer nada, tan sólo, con esta comprensión, dejar la vida desplegarse como hasta ahora, sea lo que sea.

Esta Esencia o Pura Consciencia, no es una idea o un objeto externo. Aunque el lenguaje nos obliga a hablar de ella en tercera persona, es el elemento más íntimo de nuestra vida, más íntimo que la sensación de yo o de yo soy, y sólo a través de esa sensación puede ser intuida.

El mensaje sobre nuestra verdadera naturaleza, es heredero directo del Advaita Vedanta, aunque se manifieste también con gran claridad en el budismo, en algunas interpretaciones más espirituales del cristianismo y, en general, de una forma u otra, en todas las grandes tradiciones religiosas. Es una visión directa, intuitiva y quintaesencial del Advaita Vedanta tradicional. Siendo este último un sistema racional, no místico, basado en el análisis de los tres estados de la vida: vigilia, sueño y sueño profundo y en hechos de la experiencia común, que puede ser comprendido y seguido por cualquier individuo con su propio esfuerzo.

La sensatez, es la nota dominante en las palabras de las recientes grandes figuras del Advaita, también cuando abordan los temas de Conocimiento y Liberación o de Práctica y Reflexión. Aún estando condicionados por su respectiva época y lugar, es difícil encontrar en sus mensajes originales ese afán de crear prácticas y sistemas que tanto abunda en sus comentaristas y “administradores” posteriores…Es evidente que sólo el conocimiento puede desvanecer la ignorancia y que este conocimiento sólo se logra con una adecuada comprensión de Lo que somos. La permanencia en Ello, la profundización en Ello o el alejamiento de Ello, son sólo y exclusivamente apariencias y dependen también del grado de esta comprensión y convicción. Con los conceptos de esfuerzo, logro, pérdida, permanencia, alejamiento, etc., comunicamos nuestras vivencias personales relativas y condicionadas, pero no es fácil usar estos conceptos sin quedar enredados y pringados en ellos otorgándoles una realidad que en absoluto poseen. A esto se debe la sensatez y la cautela de todas estas grandes figuras, la grandeza y la apertura de los “acercamientos” que recomiendan ( a pesar, repito, de todos los que intentan sistematizar lo que no era un sistema y complicar lo que no era complicado ) y la variedad de respuestas en los diferentes casos.Aunque todos ellos señalan, cada uno a su manera, hacia esta presencia consciente, este yo soy, esta primera persona, esta sensación de ser etc. como el Lugar no conceptual de la Esencia o Pura consciencia, su cautela se debe a que este, no es ya un terreno con el que se puedan usar eficaz y, sobre todo verazmente, conceptos como: necesidad o voluntad o progreso o esfuerzo o logro o incluso permanencia…Así pues, los mayores despistes y estancamientos que ocurren durante esta búsqueda, se producen, al menos en occidente, no sólo por la difusión de una versión cómoda, parcial y superficial de todas estas verdades, esa “India fácil” que decía Cioran, a la que estamos tan acostumbrados, sino también por la falta de tiempo que algunos tienen para apreciar y paladear las sutilezas de esta “nada”. Pasan de largo de su propia Realidad y regresan a la mente, siempre practicando algo, creyendo que de esa manera encontrarán más y más...No citaré sobre este tema ni a Nisargadatta Maharaj ni a Ramesh Balsekar, de entre las personalidades más recientes que enfocan estos aspectos en la forma anteriormente expuesta, pero sí me gustaría añadir tres citas que he encontrado últimamente:


“La auténtica sadhana( práctica espiritual) consiste en no olvidarse del Sí Mismo, no en sentarse tranquilamente con los ojos cerrados. Tú siempre eres el Sí Mismo. Simplemente, que no se te olvide.”

Ramana Maharshi


“La liberación en la vigilia o vida empírica sólo es posible por la contemplación de la naturaleza de la Realidad, porque la ignorancia es significativa solamente en la esfera del intelecto. Los trances místicos sólo confirman nuestra experiencia ( de Pura Consciencia) durante el sueño profundo y no son indispensables para el conocimiento vedántico.” Satchidanandendra Saraswathi ( Advaita Vedanta tradicional)


“No debemos pensar o creer nunca que el logro de la Pura Consciencia o Atman es una especie de estado sublime, elevado o inspirado; incluso si tal clase de emoción o sentimiento o estado altamente sublime o inspirado es alcanzado por alguien, nunca será un estado permanente. Incluso en el caso de que fuera permanente ¿podría ser determinado como última Realidad?” D.B.Gangolli (Advaita Vedanta tradicional)


“P: A pesar de que reconozco que soy esta inmutable consciencia, hay siempre un sentimiento de que aún no la tengo. ¿Por qué me sucede esto?

“R: No puedes tenerla porque ya eres Eso ¿Lo entiendes?

“P: Sí.

“R: Bueno, entonces olvida el tratar de tenerla y simplemente sé Eso. Detén la búsqueda. Simplemente permanece en lo que es. Obsérvalo y conócelo. Ello mismo se te revelará.”

Sailor Bob Adamson ( Diálogo)

Aunque, al manifestarse como mundo, esta Esencia o Pura Consciencia se nos presenta con infinitos atributos que podemos comprender y manejar, en realidad, no tiene atributo alguno, es decir, no puede ser un objeto para el intelecto. Como abstracción o como puro concepto, difícilmente podrá ser diferenciada del no ser. Por eso decimos que, para el intelecto, es nada. Todos los grandes pensadores, en variadas y contradictorias formas, instintivamente la han asumido. Los conceptos, son los moldes donde se vierte la Realidad, esto forma parte del lenguaje y del juego de la vida. Sin embargo, aunque es un hecho concreto de la experiencia y una poderosa intuición común a todo ser humano, esta Pura Consciencia provoca irresolubles contradicciones en el intelecto. El pensamiento funciona separando y discriminando, pero en este caso, al separar intelectualmente el mundo de esta Esencia o Pura Consciencia, o se la convierte en una mera abstracción o se convierte el mundo en irreal. Pero este mensaje no dice que el mundo sea irreal o que sea una especie de alucinación. Dice que no hay sujeto ni objeto, ni mundo, ni yo, aparte de esta Esencia, que es Lo Real y que todas estas cosas no son sino manifestaciones de Ella y, por lo tanto, son partícipes de Su Realidad. No tratamos aquí con un concepto filosófico, no es una idea del puro ser que pudiera oponerse a un no ser, no es una noción manufacturada en el intelecto para facilitar una comprensión, sino que estamos intentando señalar la directa e incuestionable manifestación de la Vida misma. Una vez visto el lugar al que se señala, la constatación o la vivencia de esta Esencia que somos, es absolutamente directa y no conceptual.Sin embargo, aunque pueda parecer paradójico, este mensaje tiene más que ver en realidad con el amor que con cualquier otra cosa. Una vez estudiado e investigado por uno mismo, sólo la atracción que esa Pura Consciencia ejerce sobre uno, sólo esa inasible dicha que transparenta aquí y allá nuestra vida, independientemente de las circunstancias, es capaz de romper los hábitos del pensamiento y aparentemente traernos de regreso a esta Convicción. No tenemos ese conocimiento, somos el Conocimiento mismo.

La convicción en nuestra propia realidad está basada en una intuición absolutamente incuestionable. Sentimos nuestra propia realidad instintivamente. Esta intuición de nuestra real esencia está fundamentada en el hecho de que no podemos negar nuestra propia existencia ni concebir nuestra inexistencia. Nos experimentamos siempre como una continuidad de existencia sin ruptura imaginable. Ya estemos despiertos o dormidos, no es concebible ninguna discontinuidad en ese río de consciencia.Ese constante transfondo de ser y saber que se es, de realidad permanente, confiere su realidad a todo lo que surge. Por eso el ahora siempre es lo real, e incluso durante el sueño, el ahora del sueño nos parece realidad.Existe pues una Realidad y unas manifestaciones de ella. No hay error ni pecado en la vida ni en sus manifestaciones. Tan solo nosotros cometemos ese error inicial de creer que el mundo tiene alguna realidad independiente de la Esencia, de la realidad esencial.Olvidamos esa intuición básica de que todo lo que surge tiene una realidad “prestada” de la Realidad constante que somos... terminamos invirtiendo los términos y considerando el mundo como una realidad permanente y verdadera, mientras que nuestra propia realidad, la vemos como algo efímero, dependiente y destinado a la extinción.El conocimiento profundo de ese error es lo único necesario, aunque nuestra vida y conducta nos lleven una y otra vez a convivir con él.

Así como la respiración ocurre una y otra vez, siempre fresca y siempre nueva en el presente, este despertar a nuestra verdadera naturaleza, va ocurriendo una vez y otra, un millón de veces, toda nuestra vida.Pretender buscar una sola gran respiración que nos “solucione” para siempre el problema de tener que respirar momento a momento…es buscar algo absurdo e imposible y pone de manifiesto una comprensión aún muy pobre.Este despertar una y otra vez al presente y a lo que es, es la propia vida de esta Esencia. No es ya una cuestión de dificultad o de esfuerzo, sino de convicción. Hasta que la profunda convicción de que nuestra verdadera naturaleza ya está absolutamente despierta e iluminada y de que lo que hemos estado buscando, ya lo somos plenamente, no haya surgido, estos despertares son imposibles, porque no son otra cosa que un regreso radical a ese conocimiento y a esa intuición.No es verdad que la finalidad de nuestra existencia sea hacernos uno con la Esencia que somos, como muchos buscadores de la “definitiva respiración” proclaman, sino más bien vivir nuestras vidas con el real conocimiento de Lo que somos. Por lo tanto, lo que se debe alcanzar no es la destrucción o la desaparición de la dualidad, sino la destrucción de la fe o de la creencia en la realidad de esa dualidad.

1/1/10

1 enero 2010

Comienzo el año como terminé el anterior, robando. Esta vez, del blog "Aprendiendo a vivir... conscientemente". Gracias, Antonio. Este texto llenó mi corazón de paz.
Lo mismo deseo para todos, como ofrenda para el nuevo año.

Un inmenso abrazo.


"Hoy seré honesto conmigo mismo. No pensaré que ya sé lo que no puede estar sino más allá de mi presente entendimiento. No pensaré que entiendo la totalidad basándome en unos cuantos fragmentos de mi percepción, que es lo único que puedo ver. Hoy reconozco esto. Y así quedo eximido de tener que emitir juicios que en realidad no puedo hacer. De esta manera, me libero a mí mismo y a todo lo que veo, de modo que pueda estar en paz como Dios nos creó."

"Padre, hoy dejo que la creación sea lo que es. Honro todos sus aspectos, entre los que me cuento. Somos uno porque cada aspecto alberga Tu recuerdo, y la verdad sólo puede derramar su luz sobre todos nosotros cual uno solo."

"Padre, hoy es el día en el que me libero porque mi voluntad es la Tuya. Pensé hacer otra voluntad. Sin embargo, nada de lo que pensé aparte de Tí existe. Y soy libre porque estaba equivocado y las ilusiones que abrigaba no afectaron en modo alguno mi realidad. Ahora renuncio a ellas y las pongo a los pies de la verdad, a fin de que sean para siempre borradas de mi mente. Este es el instante santo de mi liberación, Padre, sé que mi voluntad es una con la Tuya."