21/2/10

21 febrero 2010

Hay un sitio
donde van las mujeres a sentarse.
Hay una piedra negra de la sangre
en el centro del llano.

(en el país de las mujeres
las cosas no se llaman
de ninguna manera)

13/2/10

13 febrero 2010

Hoy hace un año que comenzó este blog.

ERESHKIGAL Y SOFÍA: EL CICLO DE LA MADRE

Inanna ha descendido al mundo subterráneo, a enfrentarse con su contraparte oscura, su hermana Ereshkigal, la Señora del submundo, la que fue relegada al submundo.
En el camino de descenso, Inanna, ante cada una de las puertas, ha tenido que desprenderse de parte de sus vestiduras, de forma que al llegar ante la Diosa Oscura está completamente desnuda.
Ereshkigal está embarazada. Siempre está embarazada, y sufriendo dolores de parto, porque ella es la Madre devoradora y primordial, la materia prima, el sustrato del ser, ese lugar oscuro y primitivo, de absoluta crudeza, que es pilar, tumba y cuna de toda generación. En ella confluye, se disuelve, se origina y se renueva la vida.
En otra tradición, Ereshkigal es Medusa, la que convierte en piedra, a la que sólo se puede mirar reflejada en el espejo de la verdad.
Ereshkigal ha sido relegada al inconsciente, ignorada, identificada con el mal. Está furiosa y
resentida, y es salvaje. Cuando Inanna llega ante ella, Ereshkigal la escruta con su terrible ojo, lanza contra ella el grito de la ira, el grito de la culpa, la maldice...
"Inanna -dice el antiquísimo poema sumerio- se convirtió en cadáver, en trozo de carne que se pudría, y fue colgada de un gancho en la pared."
Otros visitantes del mundo subterráneo, incluyendo a Perséfone, a Orfeo, a Psique, a Ulises, a Jonás o a Cristo, han atravesado por la misma situación. La Madre Oscura ha devorado a Inanna, se ha convertido en su tumba, y a la vez, la ha identificado consigo misma, y la está regestando de nuevo a partir de su sustancia.
Dos pequeños seres de la tierra vienen a rescatar a Inanna. Ellos se acercan a Ereshkigal, y ven su sufrimiento. Sus continuos dolores, de parto, de abandono, de falta de reconocimiento, de relegación al olvido y al abismo. Y sienten compasión. La miran, la escuchan y la reconocen.
La reconocen. No es necesario más.
La Señora oscura les concede su favor y su deseo. Les permite llevarse el cadáver de Inanna, que más adelante será revivificado con el agua de la vida (¿lágrimas?).
La madre devoradora ha soltado a su presa. La criatura salida del abismo puede iniciar de nuevo su camino.
Y, en el proceso, la propia madre se transforma. Se va transformando de Ereshkigal a Gea, la madre tierra, a Eva, la madre natural, a María, la madre protectora y, también, la madre dolorosa, capaz de permitir, pese a su sufrimiento, que sus hijos emprendan su camino, aún sabiendo que en él encontrarán dolor, capaz de confiar en el destino de sus hijos, de esperar, y siempre esperar, a veces contra toda evidencia, que llegará también para ellos, para cada uno de ellos, el momento de la resurrección; y finalmente se transforma en Sofía, el aspecto femenino de Dios, que las insume y las conforma a todas, la Madre transparente en cuyo seno habitan eternamente las criaturas:

"Antes que los abismos, fui engendrada yo; antes que fuesen las fuentes de abundantes aguas... Antes que hiciese la tierra, ni los campos, ni el polvo primero de la tierra. Cuando fundó los cielos, allí estaba yo, cuando puso una bóveda sobre la faz del abismo... Cuando fijó sus términos al mar para que las aguas no traspasasen sus límites. Cuando echó los cimientos de la tierra, estaba yo como arquitecto, siendo siempre su delicia... recreándome en el orbe de la tierra, siendo mis delicias los hijos de los hombres..."

Ella es la madre Tao, en la que todas son una:

"Engendrar y criar,
engendrar sin apropiarse,
obrar sin pedir nada.
Ésa es la gran virtud.."

Y, a la vez, el gran ciclo en el que, a través de la verdad y del reconocimiento (Sofía), todo se transforma y se va haciendo transparente.

7/2/10

7 febrero 2010

Una primitiva canción autocelebratoria que viene de un tiempo muy antiguo, cuando aún no se había olvidado que Dios fue mujer:

Mío es el cielo, mía es la tierra.
Soy una guerrera, eso soy.
¿Hay algún dios que pueda compararse conmigo?

Los dioses son gorriones, yo soy un halcón.
Los dioses van dando tumbos.
Yo soy una soberbia vaca salvaje.

(Canto de Inanna.
Poema sumerio)

7 febrero 2010

VIGILIA DE RESURRECCIÓN

Nacida de la piedra, luz nacida
del golpe de la piedra, renovada
en la tiniebla de la madrugada,
al alba de la tierra estremecida.

Luz del mundo que corre por las venas
de todo lo viviente, luz de vida,
pleamar de poder, muerte vencida,
flor de calor, perfume de azucenas.

Salta de gozo todo lo creado.
Exulta la Creación en el Esposo,
en la viva presencia del Amado

que vuelve de la muerte, presuroso;
que vuelve, de la vida enamorado,
y en el amor encuentra su reposo.

6/2/10

6 febrero 2010

Del blog http://gaudiosa.blogspot.com/


"En relación con las palabras de las Escrituras: “Él es tu salmo y también es tu Dios”, Rabí Pinjas dijo lo siguiente:

“Él es tu salmo y también es tu Dios. La plegaria que el hombre reza, la plegaria en sí misma es Dios. No es como si pidierais algo a un amigo. Él es otro y vuestras palabras son otras. No es así en la oración, porque ésta unifica los principios. Cuando el hombre que reza piensa que sus preces son una cosa separada de Dios es como un suplicante al que un rey concede una dádiva. Pero aquél que sabe que su plegaria es Dios, es como el hijo del rey que toma lo que necesita de los almacenes de su padre.”"

Martin Buber: Cuentos jasídicos. Los primeros maestros. Vol. 1.

5/2/10

5 febrero 2010

Dama Juliana de Norwich (S. XIV)

"Todo estará bien y todo estará bien y todo tipo de cosas estarán bien."

"Si Dios quiere que tú lo conozcas de una manera verdadera, Él creará las circunstancias que te conducirán a buscarlo más profundamente. Él abre el camino, y luego se convierte en la luz de entendimiento que brilla dentro tuyo. Todo lo que necesitas como guía es Él, en su persona y presencia.
Durante muchos años yo había buscado a Dios y había conocido algo de Él. Pero en un principio era tan tonta. No entendía que yo no podía ni siquiera buscarlo, a menos que Él me guiara. Él lo hace en su propio tiempo y para sus propósitos. Es Dios quien se mueve sobre nosotros, para mostrarnos una nueva faceta de Sí mismo cuando quiere que conozcamos más acerca de Él. Él hace esto para que nosotros podamos tomar parte en algún aspecto de Su inmenso plan, no para nuestro mero gozo.
Ciertamente no para glorificar nuestra orgullosa carne, que es lo que sucede cuando pensamos que se nos ha dado un más "elevado" conocimiento de Él que a otros. En consecuencia, es una de sus mercedes mostrarnos distintos aspectos de su multiforme naturaleza. Su voz silenciosa es la gracia que nos mueve con el deseo de buscarlo. Y su dádiva de gracia es la nueva explosión de vida que levanta nuestra alma cuando lo hemos encontrado. De esta manera nuestra vida interior se mueve y es guardada en el camino del Espíritu. Y permanecemos en este camino siguiendo estos dichos, los cuales son ambos veraces: Esto describe la forma en que seguimos a Dios en esta vida. Sepamos descansar cuando Él se agrada en dejarnos sin nuevos conocimientos de Él. Y permanezcamos alerta en cuanto nos induce a marchar y encontrarle . Recuerda, Él siempre nos llamará para avanzar más de lo que hayamos avanzado antes... El nos puede dejar descansar por un tiempo. Y luego conmueve nuestras circunstancias a fin de movernos hacia una mayor verdad. Todo el tiempo Él trabaja a fin de remover el velo de duda de estos ojos de carne. Cada escalón de este camino, Él es tan amable y paciente, sabiendo que andamos a tientas, inseguros, como un no vidente. Él quiere que vivamos con esperanza y expectantes, creyendo que Él se va a revelar a Sí mismo, más y más."

3/2/10

3 febrero 2010

"La eternidad está enamorada de las producciones del tiempo"


Del matrimonio del tiempo y la eternidad nacen las criaturas que habitan en lo eterno.
Las criaturas que son "eternas y siempre eternas y aún eternas".
Brillan con su propia luz, intensamente cargadas de presencia -intensamente presentes-.
Son lo que son. Sencillamente, son.

3 febrero 2009

Del blog http://furiadellago.blogspot.com

"ERES EL PRESENTE"

Creo que jamás lo había visto expresado con tan hermosa claridad.

3 febrero 2010

Maestro Eckhart:

"Mi hombre exterior ama a todas las criaturas simplemente en tanto que criaturas, en tanto que vino, pan y carne. Pero mi hombre interior no las ama en tanto que criaturas, sino como dones de Dios. Pero mi hombre más íntimo no las ama como dones de Dios, sino en tanto que ellas son eternas y siempre eternas y aún eternas" (Sermón nº 13).

1/2/10

1 febrero 2010

DEL NO SABER Y LOS APEGOS

Lo que creo saber, lo que doy por cierto y aquello por lo que rijo mi vida, en realidad es, en su mayor parte, conocimiento de segunda mano.
¿Soy el cuerpo? Ni idea.
¿Moriré o la muerte ocurre en mí? Ni idea.
¿Hay algo ahí afuera? Ni idea.
Ya Descartes, entre tantos otros, se planteaba estas cosas, pero, sin tantas pretensiones, si me pongo en serio a dilucidar qué es lo que sé, lo que verdaderamente sé sin que (más o menos) nadie me lo haya dicho, me vienen a la mente un par de simplezas:
Parece que las cosas cambian. Y parece que algo se da cuenta.
Y si hay algo más, en este momento no se me ocurre.

Bueno, sí, algo más podría decir: Cuando no quiero que las cosas cambien y éstas lo hacen de todos modos, sufro.

Pero ¿por qué sufro? Debe ser lo que llaman el apego. Es decir, que quiero que las cosas sean como a mí me acomoda.

Esto parece la carta a los Reyes magos: Que no haya muerte. No enfermar. No envejecer. No tener que trabajar. Tener las necesidades cubiertas. Que mi pareja me quiera sobre todas las cosas y por siempre jamás. Que mis hijos hagan lo que yo quiero. Seguridad, seguridad, seguridad. Que todo el mundo me considere, ame, respete y admire. Seguridad, seguridad, seguridad. Certezas. Paz. Iluminación. Dios. Eternidad. Sentido...

¿Adónde voy con esa mochila? Y ¿cómo se compagina eso con lo que sé sin ninguna duda, es decir, que las cosas cambian?

Así me va.

Y ¿qué hago buscando maestros, buscando conocimientos, buscando... más peso para la mochila,
sin tomar en serio, verdaderamente en serio, lo que sé, y sin hacer nada para deshacerme de ese peso insoportable? (¿Pero lo tengo que hacer yo, o se hace en mí? Ni idea.)

Si lo que quiero son las cosas de esa carta a los Reyes, no tendría por qué avergonzarme. El problema es que llevo toda la vida intentando modelar el mundo a esa imagen, con éxito cero.
Cualquier persona razonable se habría sentado hace tiempo a considerar que algo no va bien y cambiar el rumbo, pero, al parecer, yo no soy una persona razonable.

A ver. Si a mi pareja le diera por irse, ¿sobreviviría? Seguro que sí. Y si mis hijos pasaran de mí, también, y si me quedo sin trabajo, incluso en estos tiempos de crisis, algo haría para encontrar otro, y si ni eso es posible, conozco gente que vive debajo de los puentes y se dedica a aparcar coches, y siguen ahí. Y conozco gente que padece enfermedades graves y deformantes, o serios dolores crónicos, y pueden resistirlo. Y, si yo no pudiera, siempre está ahí el suicidio. En cuanto a vivir sin sentido o sin iluminación, llevo una montonada de años así y no me ha pasado nada. Y, finalmente, todo el mundo sabe morirse, por lo que deduzco que, cuando me llegue la hora, yo lo haré igualmente bien.

¿Entonces? Entonces, como mientras escribía el párrafo anterior se me iba encogiendo el corazón, parece que asumiría todo lo antedicho, pero protestando, chillando y sintiéndome una víctima. Es decir, que no puedo hacer nada para que las cosas sean como yo quiero. Ni siquiera para que yo me las tome bien cuando son como son.

Si yo consiguiera pasar de todo lo anterior, de una u otra manera...¡Qué libre me sentiría! ¡Cómo volaría, llena de vida, de un momento al siguiente!

Y ya estoy apegándome a una nueva imagen: Mujer etérea que trisca por los prados de la libertad emitiendo gorgoritos.

O sea, que las cosas son como son, y yo también. Y que no puedo hacer nada para cambiar eso.
Decepcionante conclusión, pero así es la vida.

Lo único que puedo decir es que algo se da cuenta de todo lo anterior.

¿Y cómo salgo del lío?
Hoy, aquí y ahora, ni idea. Ya veremos.
Pero tal vez sea preferible quedarse con tan magra verdad y esperar a ver qué pasa, que pretender que sé lo que no sé.
A lo mejor, mañana me contradigo (tengo que recordar que todo cambia).
Pero, hoy por hoy, mi opción (o la opción que se toma en mí) resulta ser quedarme en el no saber. Nada.
Y seguir mi vida como si tal cosa.

De momento, noto con sorpresa que (salvo un cierto nudo en el plexo solar) no sufro demasiado, aquí y ahora.
Y eso que no tengo seguridad, ni certezas, ni vida eterna, ni...
¿A ver si va a ser que no necesito nada de eso? De nuevo, ni idea.
Continuará (probablemente) por éstos u otros derroteros.