9/3/09

9 marzo 2009

Maestro Eckhart: "El alma sólo alcanza la bienaventuranza perfecta arrojándose en el desierto de la Deidad, allí donde no hay ni operaciones, ni formas, para sumergirse y perderse en el desierto, donde su yo se aniquila y donde ella no se preocupa de nada como en el tiempo en el que aún no era. Solamente entonces está muerta en sí misma y sólo vive en Dios; lo que está muerto así es reducido a la nada. Entonces el alma no es alma para nada y su sepultura es la Deidad."

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