30/12/09

30 diciembre 2009

En la meditación de hoy, influida tanto por Byron Katie como por por un texto del blog de Alex Serrano, estaba decidida a atender y abrirme a sentir y percibir lo que habitualmente no quiero sentir y percibir (y, por tanto, niego, en ocasiones al extremo de hacerlo inconsciente). Al tratar de no separarme de la realidad (al menos en una ínfima medida) había respiración, sensación del cuerpo y de aquéllo sobre lo que estaba, sonidos... y casi nada más. Y claustrofobia. Y tentación de "montar un mundo" mental, aparentemente "más amplio", y espera de que pasara algo. Fuga. Tentación y deseo de fuga de "lo que es". Así vivimos. Y así aparecen "los dramas sin fin del ser" a los que alude B. Katie. ¿Seré capaz de ir aceptando que "eso" tan aburrido, prosaico y claustrofóbico, es mi casa? ¿Podré aceptarlo más allá del intelecto, sin esperar secretamente que se abran las cortinas y suenen las trompetas? ¿Seré capaz de serlo?

11 comentarios:

  1. Buenas tardes SOLEDAD

    YA lo ERES
    namasté

    pranava

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  2. Hola otra vez SOLEDAD

    NO, no hay nada que entender, se trata solo de SER, sin conceptos, sin pensamientos, no tratar de "no separarme", no ir hacia el futuro ni el pasado, no aceptar nada "ir aceptando que "eso" tan aburrido, prosaico y claustrofóbico, es mi casa".
    La cosa es tan soberanamente simple que en ello radica el problema, lo complicamos.

    Hay un libro que a mi me ayudó mucho "SEA LO QUE VD. ES" sobre la enseñanza de BHAGAVAN está publicado por OLAÑETA y por Ignitus, especialmente es interesante la parte que hace referencia a la práctica.
    namasté

    PD/ Te dejo mi mail por si necesitas alguna aclaración tasis_equilibri@yahoo.es

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  3. Hola Soledad:

    Quizás se trata de que no depende de uno, de ese personaje en el que seguimos creyendo, sino de eso que somos y aún no lo percibimos.
    Quizás en esa duda está sonando la trompeta...quizás...

    Un abrazo.

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  4. Hola Soledad.
    Voy a romper la norma del que puedo hacer por ti.
    Creo comprender el punto en el que estás, he estado muchas veces ahí, y a veces, aun me pasa.
    Dejame compartir contigo un pequeño y humilde satsang.
    El problema de sentarse a meditar, o de hacer cualquier otra actividad con fines "silenciativos", es que partimos de la ilusion de separacion que nos ha provocado la sed de llegar alli.
    No hay nada de malo en meditar, lo que pasa es que poca gente es capaz de sentarse sin que este hecho le cambie para nada. La mayor parte de las veces, el 99.99% de las veces vamos en busca de algo. En tu caso, estabas decidida a ..experimentar ese algo que habitualmente no quieres percibir.
    Ahi esta la trampa, ya estabas en la pelíula de la separacion, y de ahi lo que se obtenga o no es indiferente, incluso si esa que crees que eres se abre a eso que la deje en bragas y tiritando, si te embarga la paz suprema y los mil arrobos del alma, se apegará sin remedio a ese estado que buscaba.
    Aun cuando uno se dice que no busca nada, si esta buscando nada, busca algo. Las trampas de la mente son muy sutiles, y esa es su función, engañarte.
    Mi consejo es: sea lo que sea que buscas, sea lo que sea que crees que se supone que significa estar casa, déjalo, abandona toda idea al respecto de nada.
    Tambien lo que dice B. Katie, Alejandro, yo, quien sea. Entra en el fondo de tu misma experiencia, sea la que sea a la que te conduzca la interiorización, y mantenete alli hasta que la etiqueta en la que pone claustrofobia, miedo, terror, panico, aburrimiento, se caiga por si misma. Si te mantienes ahi el "tiempo" suficiente, no necesariamente en meditación, sino simplemente experimentado lo que suceda sin juzgarlo, la experiencia se despersonalizará a si misma, y encontraras que alli no hay nadie, solo la consciencia y las cosas pasando.
    La claustrofofia no es tu casa, tu casa es el espacio infinto que ahora mira en ese espejo donde alguien escribió claustrofobia, sea por la razón que sea. No hagas nada, permitete que tu esencia se te revele en cada experencia, en cada instante rindiendote a lo que pasa, sin juzgarlo, sin interpretarlo, sin querer cambiarlo.
    Sea lo que sea que haya en tu interior, por las razones que sean, es humo, solo humo flotando en el infinito espacio que eres.
    Deja que ese humo juegue en ese espacio y diviértete, disfruta con las formas que hace.
    Hay un video de Mooji sobre esto, donde dice que es siempre la interpretacion, no el hecho, lo que da el mal olor.
    Baghavan de Oneness dice lo mismo: No es el hecho, sino la interpretacion del hecho lo que nos causa sufrimiento.
    Conserva estas palabras dentro de ti como un mantram, hasta que veas espontaneamente la diferencia entre el hecho en si, y la interpretación del hecho.
    Mis disculpas si me he metido donde no me llaman.
    Namasté (el ser que soy reconoce el ser que eres) Soledad, y recuerda, no estás sola.

    Te dejo el viedo:
    www.youtube.com/watch?v=uZaCnyMN-Zw&translated=1.
    Espero que no tengas problemas con el ingles, porque este satsang es especialmente conmovedor, a mi me ha hecho llorar varias veces.

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  5. Agradezco infinitamente que compartais vuestra experiencia.
    Creo que en ocasiones nos limitamos cuando colgamos textos, y que sería (también) enriquecedor compartir en qué andamos a nivel práctico.

    Un abrazo.

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  6. Quizá hay que tener presente que al final no se llega por la práctica, no estamos más cerca de lo que ya somos por hacer esto o lo otro; cada vez tengo una más fuerte sensación de que no hago nada, de que se hace a través de mi lo que sea; quizá, Soledad, tienes sólo que apartarte, hacerte a un lado, y esa claustrofobia sólo la experimenta el ego, que quiere tener espacio para desplegarse; quizá, no sé ...
    Un abrazo amiga!

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  7. Eso también es cierto. Pero tengo la sensación de que neti, neti. O, en castizo, que ni sí ni no, sino todo lo contrario. Que el asunto es paradojal.
    Un abrazo.

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  8. Sobre lo que se medite es algo secundario (para mí), lo importante es que, mientras medites, en algún momento la atención se vuelva sobre la misma atención, que te des cuenta de que te das cuenta, que seas consciente de ti misma como consciencia. El objeto de meditación es el vehículo que te lleva hasta ese estado pero, una vez ahí, ya no es necesario y te quedas a solas contigo misma, disfrutando del calorcito de esa intimidad, que (para mí) es tu verdadera casa, sin pensamientos ni nada, sólo siendo y siendo consciente de que eres. Nada más. A veces se dan comprensiones sin palabras durante esa práctica, y durante el día vienen como ramalazos de ese estado sin ningún esfuerzo, es el recuerdo del Ser, y también parte de la práctica aunque tú no hagas y eso venga solo. Tampoco haces nada durante el ratito de meditación para que la atención se vuelva sobre sí misma, se da por sí mismo, y no se da siempre. Es algo que no está en nuestras manos, nosotros sólo podemos sentarnos con esa disponibilidad y con un algún objeto sobre el que poner la atención al principio si la mente está muy activa, si no, se puede poner la atención directamente sobre uno mismo, sobre la consciencia de ser.

    Un beso, Corazón.

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  9. Cesar Bacale
    me encato!
    me encanto las palabras que le envias a soledad
    Cuando UNO esta bien ubicado, todo coincide en un mismo punto, la esencia.
    Felicidades!
    Jorgelina

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  10. Acerca de la práctica: No se trata de practicar para "conseguir" algo. Sino de practicar porque la práctica me expresa. No se trata de un "deber", sino de una necesidad.
    Un abrazo para todos.

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