El Evangelio: La buena nueva de que el reino de los cielos está cerca, y disponible no sólo para cuatro seres excepcionales, preferiblemente indios o japoneses, sino para todo hijo de vecino.
Lo tenemos a un solo paso, ese paso hacia la confianza del que habla Osho.
Confianza en que es para nosotros, así, con estos pelos. Confianza en que podemos reclamarlo como hijos y herederos, sin que nos aniquilen, nos castiguen ni nos destierren al vertedero cósmico. Confianza en que se nos recibirá con júbilo.
"Qué alegría cuando me dijeron: Vamos a la casa del Señor.
Ya están pisando nuestros pies tus umbrales, Jerusalem".
¡Me encanta nuestra tradición! Y todas las demás, dicho sea de paso, pero muchas veces me expreso mejor en ésta.
Un alegre abrazo para todos.
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In lackech te!
ResponderEliminaro... amen!