DEL NO SABER Y LOS APEGOS
Lo que creo saber, lo que doy por cierto y aquello por lo que rijo mi vida, en realidad es, en su mayor parte, conocimiento de segunda mano.
¿Soy el cuerpo? Ni idea.
¿Moriré o la muerte ocurre en mí? Ni idea.
¿Hay algo ahí afuera? Ni idea.
Ya Descartes, entre tantos otros, se planteaba estas cosas, pero, sin tantas pretensiones, si me pongo en serio a dilucidar qué es lo que sé, lo que verdaderamente sé sin que (más o menos) nadie me lo haya dicho, me vienen a la mente un par de simplezas:
Parece que las cosas cambian. Y parece que algo se da cuenta.
Y si hay algo más, en este momento no se me ocurre.
Bueno, sí, algo más podría decir: Cuando no quiero que las cosas cambien y éstas lo hacen de todos modos, sufro.
Pero ¿por qué sufro? Debe ser lo que llaman el apego. Es decir, que quiero que las cosas sean como a mí me acomoda.
Esto parece la carta a los Reyes magos: Que no haya muerte. No enfermar. No envejecer. No tener que trabajar. Tener las necesidades cubiertas. Que mi pareja me quiera sobre todas las cosas y por siempre jamás. Que mis hijos hagan lo que yo quiero. Seguridad, seguridad, seguridad. Que todo el mundo me considere, ame, respete y admire. Seguridad, seguridad, seguridad. Certezas. Paz. Iluminación. Dios. Eternidad. Sentido...
¿Adónde voy con esa mochila? Y ¿cómo se compagina eso con lo que sé sin ninguna duda, es decir, que las cosas cambian?
Así me va.
Y ¿qué hago buscando maestros, buscando conocimientos, buscando... más peso para la mochila,
sin tomar en serio, verdaderamente en serio, lo que sé, y sin hacer nada para deshacerme de ese peso insoportable? (¿Pero lo tengo que hacer yo, o se hace en mí? Ni idea.)
Si lo que quiero son las cosas de esa carta a los Reyes, no tendría por qué avergonzarme. El problema es que llevo toda la vida intentando modelar el mundo a esa imagen, con éxito cero.
Cualquier persona razonable se habría sentado hace tiempo a considerar que algo no va bien y cambiar el rumbo, pero, al parecer, yo no soy una persona razonable.
A ver. Si a mi pareja le diera por irse, ¿sobreviviría? Seguro que sí. Y si mis hijos pasaran de mí, también, y si me quedo sin trabajo, incluso en estos tiempos de crisis, algo haría para encontrar otro, y si ni eso es posible, conozco gente que vive debajo de los puentes y se dedica a aparcar coches, y siguen ahí. Y conozco gente que padece enfermedades graves y deformantes, o serios dolores crónicos, y pueden resistirlo. Y, si yo no pudiera, siempre está ahí el suicidio. En cuanto a vivir sin sentido o sin iluminación, llevo una montonada de años así y no me ha pasado nada. Y, finalmente, todo el mundo sabe morirse, por lo que deduzco que, cuando me llegue la hora, yo lo haré igualmente bien.
¿Entonces? Entonces, como mientras escribía el párrafo anterior se me iba encogiendo el corazón, parece que asumiría todo lo antedicho, pero protestando, chillando y sintiéndome una víctima. Es decir, que no puedo hacer nada para que las cosas sean como yo quiero. Ni siquiera para que yo me las tome bien cuando son como son.
Si yo consiguiera pasar de todo lo anterior, de una u otra manera...¡Qué libre me sentiría! ¡Cómo volaría, llena de vida, de un momento al siguiente!
Y ya estoy apegándome a una nueva imagen: Mujer etérea que trisca por los prados de la libertad emitiendo gorgoritos.
O sea, que las cosas son como son, y yo también. Y que no puedo hacer nada para cambiar eso.
Decepcionante conclusión, pero así es la vida.
Lo único que puedo decir es que algo se da cuenta de todo lo anterior.
¿Y cómo salgo del lío?
Hoy, aquí y ahora, ni idea. Ya veremos.
Pero tal vez sea preferible quedarse con tan magra verdad y esperar a ver qué pasa, que pretender que sé lo que no sé.
A lo mejor, mañana me contradigo (tengo que recordar que todo cambia).
Pero, hoy por hoy, mi opción (o la opción que se toma en mí) resulta ser quedarme en el no saber. Nada.
Y seguir mi vida como si tal cosa.
De momento, noto con sorpresa que (salvo un cierto nudo en el plexo solar) no sufro demasiado, aquí y ahora.
Y eso que no tengo seguridad, ni certezas, ni vida eterna, ni...
¿A ver si va a ser que no necesito nada de eso? De nuevo, ni idea.
Continuará (probablemente) por éstos u otros derroteros.
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Me he reido todo el tiempo, con dolor de barriga incluido. Si al final la iluminacion te falla, o te deja tu marido, o se te amotinan los hijo, o te echan del trabajo, siempre puedes probar con el drama o la comedia...de hecho, si quieres, te propongo formar un duo un dia de estos, los chistes serian tipo sabes aquel de la psicóloga y el tonto laba que buscaban la iluminación....
ResponderEliminarEn fin, que ya sabes tres cosas, que todo cambia, que algo se da cuenta, y que tienes un brillante futuro como actriz.
Si a esto le añades, que ya eres perfecta en sentarte, comer, dormir, roncar, tirarte pedos, y morirte, como hello kity, yo creo que casi casi tienes el cielo ganado, o al menos un tanto por ciento de sus acciones, no?
Hay que invertir en presencia!!!!!
la inversion, la inversión!!!
avara!, que no te basta con tenerlo todo seguro aqui que ademas quieres el cielo!.
No te jo...
ta otra.
Tantos años, shaval, pa estar como el primer día. Eso sí, me voy acostumbrando.
ResponderEliminarTa luego.
A ver si va a ser verdad aquello de cortar madera y sacar agua del pozo ... y lo demás van a ser tonterias!
ResponderEliminarUn abrazo hermana!
A ver si va a ser verdad eso, ya que no encontramos la maldita manera de hacer otra cosa. Salvo reirnos un rato juntos. Que no es poco.
ResponderEliminarUn abrazo, hermana. ¿Dónde te has metido? Te he echado de menos estos días. ¡Ay, los apegos!
Para Soledad
ResponderEliminarLa sensación de no saber no tiene
ni dueño ni quien pueda padecer
tanta ignorancia. Es acontecer
de una presencia que no va ni viene.
Cuando le pones nombre resplandece
con su mirada de recién nacido
que encuentra su solaz en el olvido
de la palabra que su nombre cuece.
El silencio no engendra división
de la palabra con la mera cosa:
es el mundo y también es la visión
del mundo, vida extraña y milagrosa.
Es el cantor también y la canción
que observa cada cosa y es la cosa.
Furia del Lago
(Hermoso este blog. Me encanta solazarme en tanta revelación sin pretensiones)
¡osti tú!¡esto sí que es sincronicidad! Ayer por la noche tenía con mi mujer una conversación casi idéntica, vamos que llegábamos a la misma conclusión: esa irreductible dualidad entre lo que cambia (y casi siempre no a nuestro gusto) y lo que se da cuenta del cambio. Y aunque la no-dualidad nos dice que eso, que no son dos, que son no-diferentes, hay algo ahí que se resiste... (debe ser lo que llaman ego), y al final llega uno a la conclusión que no sabe nada, ni se sabe si sabrá, pero bueno, eso también es muy descansado. Así que como dice Zanara a seguir cortando leña y acarrear agua.
ResponderEliminarGracias, Soledad, por compartir esta vez "el confesionario" ese de Santiago.
Un abrazo amiga!
Infinitas gracias, Furia.
ResponderEliminarYa sé algo más: que hay cosas que me ponen la carne de gallina.
Y tu blog, un descubrimiento. Ya lo visitaré despacio.
Por cierto, yo también escribo bastante en sonetos (debe ser masoquismo). Ya te mandaré alguno. O te lo mando aquí mismo:
Gracia me alcance para retirarme
donde afinarme para que concierte,
para quitarme lo que desacierte,
para, calladamente, aquilatarme.
Pueda con el acero aparejarme
siendo, como el acero, leve y fuerte,
porque tendré que caminar la muerte
y por sus alamedas pasearme.
Me acontece, Señor de la mesura,
querer morirme mesuradamente
y en la templanza rematar mi suerte.
Con miedo, con respeto, con finura
-tal, el torero que su oficio siente-,
clásicamente, torear la muerte.
(Me gustan los toros. Los veo bellísimos. Así es la cosa. Qué le vamos a hacer.)
Un abrazo. Y seguimos hablando.
Jose Manuel, amigo, cada vez te veo más cerquita.
ResponderEliminarHoy por hoy, no sé si son uno, dos o ninguno.
Pero lo que sí se es que no quiero más conocimiento que no pueda llamar mío. Antes que eso, prefiero quedarme sin saber nada, y si me llega la muerte en el desconcierto (ay, el miedo supremo... para mí) pues morirme como pueda, y sea lo que Dios quiera.
Los paños calientes, pa los resfriaos.
Un abrazo, compañero.
Y... sí, la vida no es nunca como "yo" quiero. Soy atravesada por la vida que me usa para crearse a sí misma.
ResponderEliminarGracias Soledad por tu claridad.
Saludos
Hola, Paula. Es una manera de decirlo, y estoy de acuerdo...hoy, si le quito toda la solemnidad (hoy no estoy nada solemne).
ResponderEliminarUn abrazo.
Caramba, Furia debe ser el lado oscuro o luminoso de Lanzarote, o de la dama del lago.
ResponderEliminarYo tb me tendré que buscar un mote asi...para que me haga justicia, colmillo de anaconda, o rasta de iceberg.
En cualquier caso yo tb me pasare por tu blog, por lo que he leido parece apto para locos, y dado que no puedo leer cualquer cosa, por aburrimiento, cefaleas y cosas varias, igual me hace mas ameno el desmantelamiento, como dice la Sole.
Un descubrimiento, si.
Hola Soledad ¿sabes q. es el post q. más me ha gustado de los q. has escrito? q. por q.? p.q te he visto más cercana, más humana, más tú parecida a mí (q. si te contara Dios del amor hermosos, temblarían las piedras)
ResponderEliminarcuantas preguntas has hecho me parezco un poco a tí , pregunto y pregunto, y nada no hay respuesta
yo tambien creo en los reyes magos, pero no escribo cartas, solo sueño q. me dejaran algún regalito de los q. ya no se piden, cierro los ojos hasta el día siguiente, y nada, miro debajo de mi almohada y nada, se lo pediré sólo al rey negro (como le llamaba de pequeña,) seguro que él me hace caso aunque creo q. es el q. más cartas recibe, así q. me tocará esperar , seguro
De todo lo demás q. has comentado, te diré
!sólo sé q. no sé nada! por eso me gusta entrar a leeros, por si me pega algo, dicen q. todo se pega menos la hermosura, creo q. es así
Soledad de los prados, me gustaría leer tu próxima, no tiene desperdicio tu entrada, me ha encantado leerte
Quiérete mucho amiga , p.q. eres lo más
un abrazo si te sirve de algo
Arianna, querida, el rey negro también es mi favorito. A lo mejor por eso estamos haciendo cola y tarda en responder. Yo también espero fervientemente que se me pegue algo de tí, o sea, que quédate por aquí cerca mucho tiempo.
ResponderEliminarUn inmenso abrazo de Soledad de los prados.
Furia, hago públicas mis disculpas por cuestionar tu nombre de guerra, sin saber su origen ni absolutamente nada de nada sobre ti, salvo que me gusta como escribes, lo que escribes, y de lo que escribes, y que no sabia como romper formalmente y humildemente el hielo.
ResponderEliminarMis mas sincero reconocimiento, si sirve de algo es la locura...
Mejor me vuelvo a mi cueva, o me retiro de una vez por todas.
Sorry aswell por violar el código ético de tu espacio, Soledad.
Espero que aun dispongas de algún remanente de paciencia.
Ya que pasamos por un exorcismo parecido, grosso modo, mas o menos desde la misma época.
O sea, to la vida...
Un abrazo a mis admiradas soneteras.
Soledad...ves que bueno que soy?
a ver si me das un caramelo..
Arianna, he estado de sagrado concilio con Soledad de los prados y la dehesas, y hemos decidido que necesito un nombre que me haga justicia, por que el que me ha puesto ella no me gusta y tal, no es ecuánime, y ademas...asi no se trasciende el ego, asi que tu que eres un hada inspirada...y me conoces en lo esencial, ¿nos echas una mano?
Gracias querida.
A cambio parlamentare con el rey negro, que como somos reyes y negros los dos (bueno, yo casi), pues igual os adelanta unos cuantos puestos en la lista...aunque con esto de la crisis...no se..voy a tener que ser muy convincente!)
Un beso para toas y toos.
De verdad César q. me has hecho reir, eso q. mi dia ha sido hoy de lo más átipico, subes y bajas como la noria aunque sin vértigos, ya sería el colmo si fuera así, no aguanto los mareos
ResponderEliminarSigue con ese humor q. hace mucha falta
un abrazo
Querida Soledad, ya nos vamos reencontrando , estamos más cerca con el corazón sobre todo y del Amor a lo q. somos
Gracias por estar, un abrazo amiga mia
Bello post en el que nos has abierto el corazón. Quizás todos deberiamos hacer unos blogs más personales ya que las dudas y angustias que pasamos son siempres parecidas y aunque lo de mal de muchos... no me gusta mucho, sí que es totalmente cierto que todos somos granos en la misma molienda ( creo que lo decia K) y como tales, hoy te crujen a tí y mañana a mí.
ResponderEliminarGracias
Hola, Xavi. Que somos todos granos de la misma molienda es indudable.
ResponderEliminarNo pretendía yo, en el post, hacer una catarsis ni quejarme, sino, más bien, seguir esa norma que en tu blog mencionas hablando de A. Blay: "Me gusta muy especialmente de él su amor a la experiencia directa, a hablar sólo de lo que conoce y a no aventurar hipótesis."
Lo que parece que necesito esta temporada es atenerme exclusivamente a mi experiencia, suspendiendo provisionalmente la fe en lo que diga cualquiera, por grande que sea. Y ver a dónde me lleva eso.
Mañana puedo necesitar otra cosa, o volver a postear textos de otros, pero hoy por hoy, esto es lo que me demanda mi proceso, y a eso quiero ser fiel.
Gracias por tu apoyo y un abrazo.
Soledad
ResponderEliminar...he escuchado que "es mejor buscar la Soledad, que dejar que la Soledad nos encuentre a nosotros"...En momentos de incertidumbre, búscarla y entrégarse al silencio es la mejor medicina y lo que se necesite saber para aclarar dudas y obtener respuestas, es en este espacio de silencio interior... donde todo conocimiento será revelado.
Cariños!
Querida ser...tb contigo he de disculparme por lo del nombre.
ResponderEliminarA mi estas cosas se me hacen muy crípticas, pero no tengo derecho alguno a cuestionarlas. Estuve por tu blog, poco tiempo y me parece de una sensibilidad exquisita, por eso, por mi ignorancia-arrogancia tendras que disculparme. Te leere poco a poco y con cuidado.
Hasta que tu ser tome forma, al menos para mi, que estoy, como Soledad, reconcilíandome con las fromas de dios, o dios en la forma, y tu nombre no me sea tan informe como de partida.
Un sentido abrazo.
Me rei todo el tiempo ...!que alivio leerte
ResponderEliminardesmantelando todo lo que queremos y debemos ser para ser felices
La verdad y mira que casualidad que estoy sintiendo estos dias ...que no se nada y que paso de todo ... cuando mi hermana me dice..."todo pasa ...veras que esto y lo otro ...que saldrá el sol...le digo que no me venga con filosofias ....que por ahi no...por favor ,
Ya sé que estoy hechando piedras sobre mi propio tejado ...pero que le vamos a hacer ...asi es y asi siento en estos dias.
!Que bueno que hayas posteado con sinceridad y con tu propia referencia.
Te doy un !OLE! y un abrazo grande.
Hola, Ser. Estoy de acuerdo contigo en que en la soledad y el silencio aparecen las respuestas. Lo que trataba de hacer es una especie de "limpieza de armario" que me permita saber dónde estoy, cuáles son mis apegos y qué es lo que sé, que es diferente de qué es lo que creo. No se trata de una crisis de incertidumbre, ni nada de eso, sino, como te digo, de una limpieza que deje sitio para lo nuevo, sea lo que sea, que tenga que venir.
ResponderEliminarUn abrazo y gracias por tu visita y comentarios.
Peregrina, querida, gracias por tu aliento. Creo que de vez en cuando hay que ponerlo, sin miedo, todo en cuestión, y atreverse a quedarse en la ignorancia y la inseguridad (el no saber) hasta que madura una nueva comprensión. Que, por cierto, antes o después también habrá que poner en tela de juicio.
ResponderEliminarUn abrazo.
Soledad: la eternidad es esa calma después de la honestidad.
ResponderEliminarSi no hay honestidad, ¿cómo diablos habrá un desapego?
Como le dije ayer a una amiga de México, la honestidad es el desapego más natural de todos.
Con sorpresa, alivio Y CERTEZA, sufrimos menos en el aquí y el ahora cuando somos implacablemente honestos con nosotros mismos.
Un gran abrazo para ti Soledad.
Así es, Alex. Hoy hay, pues, calma, y como la hay en mí, puedo verla también afuera.
ResponderEliminarPero esto también pasará, y habrá que seguir profundizando en la honestidad.
Un abrazo, compañero de mariachilandia (me ha encantado el topónimo).